Para entender mejor la energía de cada chakra, podemos recurrir a los arquetipos. Si nos identificamos con alguno, en su lado de luz o en su lado de sombra, podemos trabajar un poco más en ese centro de energía para equilibrarlo y reforzar el mantener nuestros chakras saludables para poder dar lo mejor de nosotros mismos y sentirnos felices y plenos.
Primer chakra:
La luz: la madre tierra (protección, seguridad, abundancia y estabilidad)
La sombra: la víctima (sin energía, poder o fuerza de vida, nada le sale bien)
Segundo Chakra:
La luz: el emperador/la emperatriz (disfrutar, sentir placer, tener poder, nutrirse)
La sombra: el mártir (autocrítico, amargado, absorbe culpas de los demás, no merecedor)
Tercer Chakra:
La luz: el guerrero (confiado, valiente, líder, decidido)
La sombra: el sirviente (necesitado, busca aprobación, indeciso, sin poder)
Cuarto Chakra:
La luz: el amante (amoroso, generoso, confiado, bueno)
La sombra: el actor (desconfiado, cerrado, se excluye, espera recibir aprecio y aplausos)
Quito Chakra:
La luz: el comunicador (sincero, abierto, expresivo, veraz)
La sombra: el niño silencioso (inexpresivo, oprimido, confundido, herido)
Sexto Chakra:
La luz: el sabio (flexibilidad, intuición, sentido del humor, sabiduría)
La sombra: el intelectual (rigidez, racionalidad, basado en los hechos, no confía en sus instintos)
Séptimo Chakra:
La luz: el gurú (integrador, altruista, comunión, éxtasis)
La sombra: el ególatra (arrogante, inflexible, egoísta, sin empatía)
Los arquetipos son otra forma de identificar y entender la energía de los chakras, te recomiendo permitir que acompañen tu camino, revisando siempre que no se desvíen y que la luz no se convierta en sombra por expectativas o miedos, recordando que eres un ser espiritual, viviendo una existencia material y que todo el camino esta lleno de experiencias y aprendizajes para regresar a la Fuente de la cual salimos y fundirnos en el Amor Universal.
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